domingo, 12 de junio de 2011

Lo que arde es el fuego / Niña de los azules / Entretu casa y la mía



Señor obispo, no se asuste,
son jinetes del amor
que desde mi balcón
alzan el vuelo
y quieren llegar al sol.

No se esfuerce, señora ministra,
no lo puede entender,
es un ángel celeste
que de levante me trae
vientos de espuma,
besos de salitre,
un abrazo
y un cascabel,
para que no me quede dormido,
para que no me olvide de él.

General, no se sorprenda,
es la “Reina de los Suspiros”.
Forme a la tropa,
ríndale honores,
que viene sobre una ola,
y querubines la escoltan,
a recoger los amores
  sembrados entre claveles.

Señor cura…
no corra,
no es la cripta lo que arde,
lo que arde es el fuego…
y el fuego “soy yo”.

  Madrid, 2 de marzo de 2011


La luna mora
se mira en tus ojos,
la luna mora
te está mirando,
te trae un cortejo de estrellas
para prender en tu pelo.

La luna te está queriendo,
lucero de la mañana,
te está esperando en la playa
con una alfombra de perlas
y un castillito de arena.

La luna te está pidiendo
que bailes con ella al alba,
niña de los azules,
novia de la marea,
tu la abrazas con ternura,
ella te besa serena.

La luna se marcha al alba,
el cielo se colorea.
azules y tornasoles,
desde levante a poniente,
están celosos de ella,
porque siendo la luna mora,
besa al lucero del alba,
niña de los azules,
novia de la marea,
y bailan cada mañana
sobre una alfombra de perlas,
en un castillito de arena.

¡Ay! Niña de los azules,
¡Ay! Novia de la marea,
No te vayas,
No te duermas,
La luna te está llamando
Para que bailes con ella. 
                               (Madrid, 1 de abril de 2011)



Noche de oscuro silencio;
solo el frío que conduce a la locura
ocupa este vacío
que se deshace en los labios
callados,
sin besos,
dormidos.

Noche oscura sin luna
solo la playa sin olas,
sin algas ni espuma,
y el deseo atenazando las entrañas,
crispa los dedos,
cierra los ojos,
contiene el aliento
y se resigna…

Noche oscura de insomnio
la mar se ha quedado sola,
huérfana, como la luna.
El amante es un marinero
sin barco,
solo en la noche,
sin rumbo,
como un niño perdido.

El niño sueña la luna
de carnes abiertas,
de labios de plata.
El niño sueña la playa,
las olas lamiendo la playa,
la marea le niega el deseo,
el sueño se llena de dunas.

Páramos infinitos,
noche de inmenso silencio,
los besos lloran de frío.

El niño ya se ha dormido
y no hay luna,
no hay nubes,
no hay noche,
no hay cielo,
solo silencio,
silencio,
solo silencio…

                                               (Madrid, 31 de marzo de 2011)



Entre tu casa y la mía
solo un suspiro
nos separa,
un soplo de vida.
un susurro y una sonrisa.

Entre tu cuerpo y el mío,
solo el silencio
nos separa,
un sueño, un deseo,
un beso clandestino.

Entre tu boca y la mía,
solo el deseo
nos separa,
un secreto,
una palabra,
un silencio tuyo y mío.

Entre tu mano y la mía,
solo unos dedos
nos separan,
nerviosos, curiosos,
húmedos de rocío.

Casas, cuerpos, bocas, manos,
suspiros, silencios,
deseos,
dedos tuyos,
dedos míos,
besos y besos.
Suspiros y quejidos
es lo que nos separa
a tu quiero
y el mío...
 
                                                     
                                                     (Madrid, 29 de marzo de 2011)

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